El cuidado en la tercera edad es esencial y las residencias de mayores tienen un papel determinante para poder garantizarlo y obtener el máximo bienestar.
Son centros donde están continuamente acompañados y atendidos por profesionales, pudiendo realizar actividades acordes a sus necesidades y preferencias.
No obstante, en el momento de decidir acudir a una residencia de ancianos, pueden aparecer dudas sobre cómo son los ingresos, qué protocolos existen, cuáles son las pautas médicas, etc.
Igualmente, qué residencia de mayores escoger. Por ello, es muy importante tener la máxima información y datos sobre todos los procesos y que la familia tenga la mayor confianza de que sus allegados estarán completamente atendidos.
La realidad es que, residir en residencias de mayores, significa tener una gran mejora en muchos aspectos relacionados con el día a día, así que es una gran decisión a nivel familiar.
Acudir a una residencia para personas mayores
Tomar la decisión y seleccionar residencias de mayores acorde a sus necesidades, es muy positivo, tanto para la familia como para la persona que acuda al centro.
Previamente a la llegada en el centro o durante los trámites para ingresar, se realizarán diferentes reuniones. Todos ellas, con la intención de que la persona se sienta lo mejor posible dentro y sea atendida por completo.
Los profesionales preguntan cuáles son sus necesidades, sus aficiones, si tiene limitaciones de movilidad, preferencias de la comida, etc.
Por descontado, el entorno familiar puede visitar todas las instalaciones y espacios del centro, tanto personales como comunes y así poder comprobar que sus allegados estarán en un lugar excelente.
El objetivo es que las personas mayores se sientan como en casa y, por ello, un centro residencial, pone todo de su parte.
Protocolo para entrar y permanecer en un centro residencial de mayores
El proceso de ingreso es muy fácil y sigue un protocolo establecido sencillo para todas las partes.
En las diferentes reuniones que comentábamos antes, previas a que la persona mayor entre en el centro residencial, es esencial realizar unos trámites y gestiones. De ello, se encarga el departamento administrativo.
Habitualmente se pide cierta documentación, como el DNI de la persona que acude al centro y el DNI de un familiar, la tarjeta sanitaria y, en todo caso, un informe médico por si hubiera algún tipo de dependencia o para comprobar en qué estado se encuentra el anciano.
Son muy importantes, también, los objetos personales. Éstos pueden ser diferentes elementos que esa persona le gusta tener habitualmente. Como la finalidad es que se encuentre al máximo a gusto, con sus cosas resulta más sencillo.
Des del primer día en el centro, se presenta a todo el equipo que trabaja dentro, al igual que los otros compañeros con los cuales va a convivir.
Así, el proceso de adaptación es mejor y más rápido, pudiendo empezar con las actividades o las consultas médicas lo antes posible.
Gracias a las primeras consultas realizadas por el personal médico de la residencia, los familiares podrán conocer su estado actual y qué tratamientos o camino se deba seguir para facilitar su autonomía y aprendizaje y, como no, para que pueda disfrutar al máximo cada día. Asimismo, los familiares pueden conocer qué profesional será el encargado de su atención.
Las residencias para personas mayores cuentan con equipos multidisciplinarios, comprometidos y con gran experiencia y trabajan en instalaciones totalmente adaptadas para garantizar el mejor bienestar.
Residencia en Barcelona para la tercera edad
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